Si bien las negociaciones intergubernamentales sobre el clima (CMNUCC) aún tienen que superar grandes obstáculos para llegar a un acuerdo mundial sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático, las iniciativas independientes de REDD+ se han multiplicado en los últimos meses. Al mismo tiempo, los pueblos indígenas continúan manifestando su inquietud ante el hecho de que las medidas que se están tomando para que se respeten sus derechos son insuficientes. Por ejemplo, en los últimos meses los gobiernos que encabezan la «Asociación REDD+ Provisional» han llevado a cabo reuniones que no han dejado suficiente espacio para la participación de los pueblos indígenas. Mientras tanto, los principales organismos donantes de la ‘Asociación’ están intentando armonizar sus actividades y finanzas relacionadas con la REDD: el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF) del Banco Mundial es responsable de la «planificación de la preparación» y de las actividades de preparación (la denominada «primera fase») y posteriormente de la «tercera fase» de medidas de REDD propiamente dichas, el Programa de Inversión Forestal (FIP) del Banco Mundial tiene fondos para una «segunda fase» de implementación del «plan de preparación», y el programa ONU-REDD está a cargo de la medición, la presentación de informes y la verificación (MIV), la intervención de las partes interesadas s y la participación de los pueblos indígenas.