Voces de las Mujeres Kichwas frente al Territorio y al Bosque

Nelsith Sangama Sangama es una lideresa del pueblo Kichwa e integrante del equipo de Forest Peoples Programme en San Martín, Perú. Ofrece reflexiones en base a las experiencias de las mujeres kichwa del cuidado y gobernanza de sus territorios, las estrategias con que han enfrentado la pandemia y los desafíos y propuestas que surgen de las mujeres en este momento. Aborda la forma en que las mujeres, como lideresas y protectoras del bosque y de sus territorios ancestrales y guardianas de la sabiduría desde su cosmovisión étnico y cultural, buscan una participación efectiva en la toma de decisiones colectivas sobre el uso del territorio ancestral para rescatar valores tradicionales.
Introducción
Las mujeres de las comunidades nativas kichwa participan en las federaciones indígenas de San Martín.
Una de ellas es la FEPIKECHA (Federación de Pueblos Indígenas Kechua Chazuta Amazonas), la cual tiene 13 comunidades nativas ubicadas en el distrito de Chazuta y Huimbayoc. Otra es la FEPIKBHSAM (Federación de Pueblos Indígenas Kechwas del Bajo Huallaga San Martín), la cual tiene 9 comunidades nativas ubicadas en el distrito de Papapalya, Huimbayoc y Chazuta. Y también está el Consejo Étnico de los Pueblos Kichwas de la Amazonia – CEPKA, al cual están afiliadas 43 comunidades nativas ubicadas en las provincias de Picota, Lamas, Bellavista, Tocache, y El Dorado.
Estas federaciones agrupan comunidades que siguen la trayectoria de las abuelas y abuelos, quienes ancestralmente se posicionaron en esos lugares por muchos años, gracias a la pesca, caza, caucho, territorio, ríos, quebradas, plantas medicinales, frutales y árboles maderables.
Ellos nacieron allí, crecieron, se casaron y hoy tienen una familia construida para luchar por causas justas de la vida, siendo conocedores de su raíz e historias ancestrales. ¿Y qué pasará mañana para nuestra generación?, ¿la juventud recordará los caminos tanto como nuestros ancestros?
Poco a poco es más difícil que los jóvenes y niños vayan al monte, año tras año la cultura occidental avasalla, los gobiernos de turno superponen sus jurisdicciones a los territorios indígenas sin consultar, y con ello, se va olvidando las costumbres y tradiciones, se prohíbe el consumo de la sal de las minas, la caza y la pesca. Con todo ello, se va perdiendo el respeto a los bosques, al territorio, y se van vulnerando derechos colectivos.
En ese sentido, las mujeres indígenas han demostrado el vínculo indesligable entre el derecho a la tierra, así como nos donó la naturaleza en su totalidad debemos cuidar para una mejor sostenibilidad.

Territorio, cuidados y cosechando lo que sembraron nuestras abuelas y abuelos
Los abuelos cuidaban sus bosques para cazar animales y sacar las hojas, maderas y sogas del monte para hacer sus tambos o casas vivir cómodamente y también cuidaban las aguas para la pesca para subsistencias del hogar. Asimismo, los abuelos cuidan su chacra - es decir las purmas - para mejor producción de sembríos.
Las abuelas cuidan sus semillas para el mujo, sembrar en la próxima siembra respetando las fases de lunas para una cosecha efectiva.
Las mujeres kichwas de la Amazonía dan importancia a sus territorios y los bosques porque allí hay vida, plantas medicinales para alimentarnos y para curar a los enfermos. Antes era diferente porque los bosques era integro. Había todo tipo de árboles (quinilla, cedro, ishpingo, caoba, muena, tornillo, wayruro, bolayna y otros) y plantas medicinales (uña de gato, chuchuwasin, sangre de grado, canela) eran en el alcance de nuestras manos.
Sin embargo, existe hoy en la actualidad la tala ilegal, el narco tráfico y la población, los colonos aumentado en su gran magnitud asimismo y también las limitaciones que hacen la áreas conservación escalera. Por eso hay que seguir cuidando el poco que nos queda para el futuro venidero. Tenemos que caminar cuatro horas de la comunidad para conocer y traer las plantas medicinales: uña de gato, chuchuhuaza, purga huasca, ajo sacha, plantas maderables, caoba, tornillo, papelillo, capirona, muena, bolayna, wayruro y otros; plantas frutales como umari, meto sachawayo, majanbo, zapote.
Las mujeres debemos cuidar y conservar lo que nos ha regalado la naturaleza, pues en otras comunidades ya lo están perdiendo. Por eso insto a todas las mujeres no bajar la guardia, en la actualidad estamos perdiendo esas maderas, por lo que hay que trabajar para recuperar esas plantas maderables. Algunos jóvenes en la actualidad, cuando salen a trabajar y a estudiar, ya no suelen dar importancia al bosque y ya no suelen querer hablar su lengua materna. Nosotros tenemos miedo que nuestros hijos pierdan toda esta riqueza saberes ancestrales, tradicionales y culturales.
Las mujeres y jóvenes tienen que conocer sus territorios y el bosque, si no, ¿quién les va decir hasta dónde llegan los linderos? ¿dónde tienen que ser sembradas las plantas para que no mueran fácilmente?, Además, cuando mueran los abuelos o abuelas, ¿quién nos va dirigir al bosque? Nosotras tenemos que ser preparados como mujer indígena para defender frente amenazas de la deforestación y mineras que puedan invadir dentro de nuestros territorios.
Por otro lado, debemos cuidar el territorio, de lo contrario, nuestros hijos ya no van a conocer los bosques. Por eso debemos sembrar frutas y planta para que puedan alimentarse los animales y las aves, como añuje, picuro, venado, ituchi, errizo, achuñi, pucakunka, paljil, mamacaraco, wirinin y otros. Y nosotros también poder alimentarnos de ellos, pues ¿qué va pasar cuando no se tiene que comer?
Se van a retirar más lejos y en busca de comida se van a morir y los que se van al monte ya no van encontrar animales; las personas que sacan fibra le tumban al tronco y ni siquiera dejan enterrando sus semillas para que la próxima vez cuando vayan encuentren. Esas son prácticas que hacen los varones. Las mujeres, por el contrario, siembran sus frutas y las plantas medicinales. Sin embargo, cuando el humano mata y mata, las plantas con el tiempo pueden terminarse. Por ello es tan importante conocer y sembrar plantas en nuestro territorio.
En la comunidad nativa Kichwa de Túpac Amaru cuidaba el abuelo Agustín y la abuela Joselina y su hijo Agustín, ellos dejaron regalando a la comunidad Túpac Amaru y ahorita vivimos aquí, nuestros antepasados siempre se preocuparon en la nueva generación para que puedan sostenerse las nuevas generaciones ese ejemplo debemos seguir nosotros también, y no permitir que otros compren y dejen vendiendo a otros, a veces a malos vecinos. Y si no tenemos territorio ni bosque, con el tiempo, ¿dónde van a sembrar nuestros hijos, adónde van a irse? Cuando las y los comuneros tienen un territorio se refugian ahí y no pasan hambre, pues saben cómo y dónde alimentarse.
Por ello, durante la pandemia, no han muerto por falta de alimento, debido a que todos tienen un plátano verde, majambo, canga, gallinas y plantas medicinales para comer. Así también, desde el bosque nos hemos ido a traer plantas medicinales para contrarrestar los síntomas de coronavirus.

Enfrentando la pandemia desde los territorios, lo comunal y el apoyo mutuo
Las mujeres nos preocupamos por todos los aspectos de la vida. Durante la pandemia se han desbordado los hospitales por la cantidad de enfermos y la falta de medicinas. Sin embargo, nosotras hemos podido salvar a personas enfermas en nuestras comunidades trayendo los remedios del bosque, y ayudándonos mutuamente. A diferencia de la ciudad, donde se cobra hasta por lo más mínimo, en las comunidades las mujeres han podido curar a sus familias con recursos del bosque.
Antiguamente, las mamás se amarraban la cabeza cuando tenían sus bebes y tomaban sus purgas, es decir, una mezcla de plantas medicinales. En la tradición, se considera que las mamás que no toman eso son más propensas al reumatismo, anemia y cólicos menstruales. Así también, los varones antes solían tomar las purgas y respetaban al monte. De esta manera, se creía que sus ánimas son los duendes, y se transforman en diferentes animales, aves, y a veces en humano a las personas les cuida cuando toman las purgas a tráves de ellas se transmiten los mensajes de buena sanación tienes que dietar durante seis meses y un año, y las purgas que tomaban era ñodillo para lograr cargar 80 kilos de peso. Las purgas tienen secretos, a través de los cuales se puede curar, aunque si se realiza con errores, puede causar estragos negativos. Por ello, quien convida la purga tiene que cuidar a quien la toma.
Desafíos y propuestas de las mujeres kichwas
Ver una dinámica eficiente de garantizar y promover la defensa de nuestros derechos individuales y colectivos como mujeres y pueblos indígenas para poder estar en los espacios en toma de decisiones debe haber la participación efectiva de las mujeres indígenas y reforzar las capacidades de lideresas indígenas para lograr y dar una incidencia en políticas públicas para poder garantizar la promoción y defensa de nuestros derechos indígenas, asimismo impulsar la implementación de las Salvaguardas de los territorios ancestrales indígenas dar una protección integral de los territorios amazónicos. Porque lo largo del tiempo, las mujeres han tenido actitudes sumisas debido a que han sido humilladas en las reuniones y en otros espacios de la sociedad.
Muchas veces, no se ve mujeres en espacios públicos porque tienen miedo a sus maridos, y cuando participan tienen miedo de equivocarse. Así también, se suele prohibir a las mujeres agarrar un vaso para tomar cerveza, pues sino el marido las podría agredir. El machismo hace que las mujeres no puedan participar en las reuniones, peor aún en la organización, por eso aún hay abstención para participar. Además, los colonos o mestizos nos discriminan tan solo porque somos nativos o naturales de la zona. Las mujeres indígenas a veces creemos que ellos van hablar mejor que una; y las mayores de 50 años suelen hablar más kichwa que castellano.

Otro de los temores de las mujeres es que el esposo se emborrache, les insulte y les increpe que no hayan realizado el desayuno, el almuerzo, el lavado de la ropa, y el cuidado de las y los hijos. Aún a estas alturas, existe una cantidad considerable de casos de agresión física y psicológica. Por ello, las mujeres tienen temor de participar.
Así también, algunas mujeres indígenas se sienten inhibidas porque no han tenido acceso a estudios superiores. Sin embargo, ellas enseñan a las y los hijos el valor del respeto, el saludo a los mayores y el rescate de los valores y principios ancestrales. Esto es especialmente importante porque en la escuela no se aprende el kichwa, ni a hacer los tiestos ni canastos, ni a tejer chumbes. Tampoco se enseña sobre los árboles ni plantas maderables. Por ello la juventud está perdiendo los valores ancestrales, porque el estado impone muchas leyes y reglas que no son acorde a la realidad de las comunidades.
Las mujeres afrentan varias amenazas, en no ser consultadas sobres sus derechos territoriales porque en la actualidad tienen limitaciones de no usar sus territorios ancestrales eso es sus ferretería de ellos para traer palos, hojas y sogas para hacer un techos para vivir con clima agradable y mercado es porque di allí traen alimentos de todo los días como por ejemplo hojas para el huane, zapotes, guabas, shimbillu, y otros, en la actualidad son impedidos por el área de conservación escalera, la práctica de tala ilegal que viene haciendo el mismo estado peruano conformando concesiones maderables, asimismo la deforestación está aumentando en su gran escala porque el mismo estado permite las concesiones privadas.
Las mujeres, a largo plazo, quieren estar bien organizadas y fortalecidas para saber sus derechos, defenderse colectivamente y cuidar los territorios y los bosques. De estos, se trae la materia prima para las sogas, las maderas, los tambos, las palmeras para el techo y las hojas de bijao para el juane. Por ello, se propone que las mujeres tengan sembríos de cocona, piña, maní, hortalizas, majambo, plátanos, zapallo, camote, pifayo, maíz para hacer mermeladas, mantequillas, hacer pan, vender comida, vender chicha, hacer harina de plátano para vender y tener un ingreso familiar. Los gobierno nacionales, regionales y locales deberían incentivar a la realización de este tipo de actividades a favor de las mujeres y adolescentes indígenas, con el fin de fortalecer su autonomía de gobernanza propia en territorio, cultura, tradición y participación exclusiva en los espacios de política pública.
Este trabajo ha recibido apoyo de la Fundación Ford a través de su oficina para la región andina.
Overview
- Resource Type:
- News
- Publication date:
- 24 June 2021
- Region:
- Peru
- Programmes:
- Legal Empowerment Territorial Governance Culture and Knowledge Conservation and human rights
- Partners:
- Consejo Étnico de los Pueblos Kichwa de la Amazonia (CEPKA)