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“Lo que nos preocupa son las concesiones injustas de tierras y los abusos de los derechos humanos en los que está envuelto el sector”

La cuestión de los derechos a la tierra es importante y crítica en Liberia, donde vivo y trabajo como director de programa e investigador senior en el Instituto de Desarrollo Sostenible, que es una ONG de ámbito nacional.

Cuando Liberia dejó atrás las guerras civiles en 2003, la presidenta Ellen Johnson Sirleaf lanzó una campaña para atraer la inversión al país. Como resultado, entre 2005 y 2011 el Gobierno firmó contratos de tierras que consignaban más del 40 % de la superficie terrestre del país a inversores extranjeros para plantaciones agrícolas, explotaciones forestales y minas, bajo la premisa de que eran tierras sin uso que nadie había reclamado. No es así, la mayor parte de la tierra de Liberia es objeto de reclamaciones consuetudinarias pendientes de resolución desde hace mucho tiempo.

La palma de aceite en sí no es el problema; lo que nos preocupa son las concesiones injustas de tierras y los abusos de los derechos humanos en los que está envuelto el sector. En muchos casos las empresas no han obtenido el consentimiento de la comunidad local para instalarse en su tierra, y en los que sí lo han obtenido, a veces ha sido con métodos coercitivos, sin que las comunidades entiendan las implicaciones de los cambios o intimidándolas para que firmen acuerdos.

Tomemos como ejemplo una aldea en la que se han establecido plantaciones en tierras previamente utilizadas por la comunidad para cultivar. Estas comunidades han perdido el acceso a sus tierras de cultivo y por lo tanto no tienen de qué alimentarse ni qué vender. ¿De qué van a vivir? Debido al uso de fertilizantes y plaguicidas en las plantaciones, ahora su fuente de agua está contaminada. Esta situación también está acabando con la fauna y flora silvestres de la zona. En esta aldea solían dedicar 30 minutos al día a ir a buscar agua para uso doméstico. Ahora la fuente de agua limpia más cercana a la que pueden acceder está a dos horas de camino. Se trata de una tarea que tradicionalmente recae en las mujeres, y ahora estas mujeres tienen que dedicar más tiempo a recoger agua todos los días, tiempo que tienen que restar a otras tareas, lo cual también está afectando sus relaciones.

Esto no sucede sólo en una aldea. Actualmente, alrededor de 17 000 hectáreas de tierra en Liberia están plantadas con palma de aceite, y se han otorgado concesiones para más de 700 000 hectáreas. En Liberia el 70 % de la población depende de la agricultura para sobrevivir. Si les quitan la tierra, no tienen ninguna forma de ganarse la vida. Esto genera inseguridad alimentaria, impactos en los medios de vida y la cohesión social, y por supuesto tiene consecuencias a largo plazo para la economía, la seguridad y el desarrollo del país.

Naturalmente, con el paso del tiempo el Gobierno se ha dado cuenta de su error, pero en muchas zonas es demasiado tarde para rectificar el daño que se ha hecho a nivel ambiental, social y desde la perspectiva de los derechos humanos. Sin embargo, actualmente no existe ningún mecanismo jurídico para proteger a las personas que se encuentran en esta situación y el proyecto de Ley de Derechos Territoriales, que por primera vez establece firmes derechos comunitarios sobre tierras y recursos naturales consuetudinarios, está en las cámaras legislativas desde 2014.

El Instituto de Desarrollo Sostenible (SDI por sus siglas en inglés) ha estado haciendo campaña a favor del cambio a nivel nacional, y estamos satisfechos de los cambios que se han hecho en leyes desactualizadas, por ejemplo a través de la Política de Derechos Territoriales de 2013. Como parte de nuestros esfuerzos en el SDI, en abril nos unimos al Forest Peoples Programme y delegados de Colombia, Perú e Indonesia en su gira europea, para visitar la Comisión Europea, y otros Estados miembros de la UE. Fue una oportunidad para hablar de los problemas que se encuentran a lo largo de la cadena de suministro. Al fin y al cabo algunas de las soluciones tienen que salir de allí.

Si bien es cierto que en la actualidad no hay importaciones significativas de aceite de palma en Europa procedente de Liberia, el Gobierno ha señalado a la UE como mercado destinatario en su Estrategia de Exportación de Aceite de Palma para el período 2014-2018. La realidad es que los contratos de concesión de tierras de Liberia contienen reducciones de impuestos, exenciones y deducciones aprobadas por el Gobierno, así como precios de arrendamiento de tierras asombrosamente bajos, por lo que establecer plantaciones de palma de aceite en Liberia resulta muy atractivo para las grandes empresas desde el punto de vista económico. Por lo tanto ahora es el momento de hacer cambios para garantizar que esas plantaciones están debidamente reguladas.

La Comisión Europea está elaborando su plan de acción sobre la deforestación y la degradación forestal, que debe abordar los impactos de las cadenas de suministro con riesgos para los bosques, tanto los sociales como los impactos en la tenencia de la tierra. El derecho nacional y el derecho internacional deberían regular el consentimiento libre, previo e informado así como los derechos humanos en los negocios y en las empresas. Durante la visita a Bélgica los miembros del Parlamento Europeo y los encargados de la formulación de políticas, entre ellos Seb Dance, Renata Briano y Paul Brannen, nos dieron respuestas positivas; esperamos haber dejado huella. Nuestros testimonios consistieron en historias relacionadas con los derechos humanos que han acontecido en diferentes partes del mundo, y esperamos que la UE se dé cuenta de que tiene la responsabilidad de hacer algo al respecto. Ahora el SDI y las redes de Liberia con las que está aliado se están preparando para dar seguimiento a la gira. Estamos abiertos a cualquier invitación de los responsables de tomar decisiones en Europa para que aportemos información a las consultas que se hagan a las partes interesadas de los Estados miembros de la UE y otros países de Europa sobre el desarrollo sostenible, los bosques, la seguridad alimentaria y la energía.

Por Ali Kaba, delegado de Liberia

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Resource Type:
News
Publication date:
26 July 2016

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