Skip to content

Organizaciones kichwa demandan un nuevo contrato social frente a la exclusión del Parque Nacional Cordillera Azul

Kichwa meeting with MINCU and SERNANP. 03.09-2022. Photo by Matías, FPP.jpeg

Organizaciones indígenas del pueblo kichwa de San Martín en Perú, presentaron sus demandas al Ministerio de Cultura y al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado, por los más de 20 años de exclusión del modelo de conservación del Parque Nacional Cordillera Azul. Estas proponen un nuevo contrato social donde la conservación reconozca y respete los derechos de las comunidades del pueblo kichwa.

El 03 setiembre en Chazuta, San Martín, se llevó a cabo una reunión de alto nivel donde organizaciones indígenas del pueblo kichwa de San Martín en Perú, presentaron sus demandas al Ministerio de Cultura (MINCUL) y al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), por los más de 20 años de exclusión indígena del modelo de conservación del Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ). Un modelo ampliamente cuestionado por las comunidades kichwa y sus organizaciones representativas. A través de un proceso de diálogo intercultural, las organizaciones proponen un nuevo contrato social para que la conservación que se promueve en el país reconozca y respete los derechos fundamentales de las comunidades kichwa.

Estuvieron presentes la Coordinadora de Desarrollo y Defensa de los Pueblos Indígenas de la Región San Martín (CODEPISAM) y tres de sus federaciones kichwa, el Consejo Étnico de los Pueblos Kichwa de la Amazonía (CEPKA), la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa Chazuta Amazonas (FEPIKECHA), y la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa del Bajo Huallaga San Martín (FEPIKBHSAM), que tienen comunidades afectadas por el PNCAZ.

Por el lado del Estado peruano participaron el Viceministerio de interculturalidad del MINCUL, la Dirección General de Derechos de los Pueblos Indígenas y la Dirección General de Ciudadanía Intercultural, así como la Dirección de Gestión de Áreas Naturales Protegidas del SERNANP, su Unidad Operativa Funcional de Gestión Participativa y también la jefatura del Parque.

Pliego de demandas kichwas:

  1. Consulta previa del Parque Nacional Cordillera Azul y del proyecto REDD+ de carbono, de conformidad con el marco normativo internacional y nacional que ampara los derechos de los pueblos indígenas.
  2. Demarcación de territorios colectivos dentro del Parque Nacional Cordillera Azul, según la normativa reciente, y que estos territorios sean legítimamente visibles en el Plan Maestro del ANP.
  3. Rendición de cuentas y transparencia por parte de CIMA y SERNANP en las comunidades kiwchas, con presencia del Ministerio de Cultura y las federaciones.
  4. Participación plena y efectiva en la gestión del Parque Nacional Cordillera Azul.
  5. Distribución de beneficios de los créditos de carbono a comunidades kiwchas.
  6. Respeto a la estructura del movimiento indígena. Cualquier coordinación debe ser con el acompañamiento de las federaciones. Incluye el desarrollo del Mapeo de Usos y Fortalezas (MUF) que el Parque realizará.
  7. Las comunidades no están de acuerdo con la premiación del PNCAZ en la Lista Verde de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN).
  8. Reparación e indemnización por 20 años de exclusión a las comunidades nativas.
  9. Reunión de seguimiento del acta firmada en una comunidad kichwa.

Wiler Saurin, vicepresidente de la CODEPISAM, contextualizó históricamente los reclamos kichwa dentro de una matriz histórica de despojo territorial e instó al PNCAZ a un nuevo contrato social:

 

De más está decir, hermanos, señores funcionarios, que la historia le asiste el derecho ancestral al pueblo kichwa del Bajo Huallga (…) Existen mapas actuales en nuestro ADN, donde nosotros estábamos viviendo más de mil años. Aquí nomás al frente está el museo donde se guarda la historia de nuestro pueblo, donde hay cantaros y pinturas, donde se demuestra técnica, antropológica y culturalmente que los kichwas del Bajo Huallaga existimos antes que este lugar se llame San Martín, antes que exista la provincia, antes que exista la región, antes que exista el SERNANP, antes que exista el Parque Nacional Cordillera Azul. Nosotros éramos Chipaota, éramos Rovashka, éramos Yanayaku, éramos Sabaloyaku, nunca éramos Cordillera Azul”.

 

 

“Se nos ha impuesto. Cuando los españoles llegaron al Perú han dicho: “nosotros venimos con orden del rey y de la reina y ustedes a partir de hoy día son súbditos”. Hace 20 años atrás, no nos han dicho, no nos han avisado, nos han impuesto un colonialismo del nuevo siglo cuando sin consultarnos han creado áreas protegidas nacionales y nos han dicho: “a partir de hoy día ustedes son Parque Cordillera Azul”. Cuando alguien nace violando derechos, en el tiempo tiene que entender que debe haber un nuevo contrato social. Por eso estamos aquí reunidos. Hermana viceministra gracias por haber hecho eco del clamor del pueblo. Estamos aquí para conversar, para dialogar y llegar a buenos acuerdos porque creemos que el pueblo Kichwa del Bajo Huallaga ha empezado un nuevo sentir y queremos que el Estado reconozca el derecho ancestral de los pueblos. Hoy es tiempo de un nuevo contrato social”.

 

El líder Wilger Apagueño de la FEPIKECHA profundizó en la falta de consulta previa del Parque y de su proyecto REDD+:

 

Somos un Estado con convenios internacionales. Se ha firmado el Convenio 169 el 1995, que tienen rango constitucional y que debe cumplirse. Entiendo que el funcionario (del SERNANP) desconoce eso. Está bien, las ANPs están en el marco normativo, pero también la consulta previa. Muchos dicen que la consulta previa es del 2011, pero viene desde el 1995 (…) No estamos tampoco consultados de los proyectos de carbono, pese a que la posesión ancestral equivale a un título de propiedad y eso no se está respetando”.

 

Además, enmarcó la falta de consulta previa con el reclamo territorial ancestral que tienen las comunidades kichwa, “Como no se hizo consulta, hubo una imposición de linderos al decirle a los pueblos: “Pueblo, de aquí tú no pasas. Ya está hecho el Parque, tienes que respetar”. Hubiera sido bueno decir: “hermano ¿hasta dónde consideras tu territorio?

Sobre la transparencia, el líder de FEPIKECHA enfatizó la falta de transparencia de CIMA y del SERNANP en relación con la venta de créditos de carbono que ha venido haciendo el PNCAZ con su proyecto REDD+ en marcha desde el 2008:

 

“Es una vergüenza que cuando les pedimos información, ustedes digan “no la tenemos”. CIMA nos dice que es privada. Es una vergüenza acudir a un tribunal transparencia para que éste ordene que podamos ser enterados. Así nos enteramos de los millones que llegan al Parque. Ha sido un trabajo arduo de las federaciones, pero cuando debería ser un trabajo de parte de ustedes de buena fe. Señores necesitamos esta rendición de cuentas el SERNANP y CIMA como administrador de los recursos que llegan por esta captura de carbono ¡Tienen que rendir cuenta al pueblo! Tenemos todos los documentos. Y no tenemos miedo. Exijo que las rendiciones de cuenta se hagan en las comunidades nativas”.

 

Samuel Pinedo, líder de la FEPIKBHSAM incidió en que el PNCAZ debe asegurar la participación plena y efectiva:

 

SERNANP dice que el Parque busca el bienestar de la gente. Todos hemos escuchado. Si eso es el mecanismo remo del Parque, básicamente esa gente somos nosotros. Nuestro cuarto punto, como pueblos pedimos la participación plena y efectiva en la gestión del Parque. No es posible que siendo inmersos al Parque ustedes hagan gestiones a espaldas nuestras (…) Que en el Comité de gestión se participe activamente. No pueden hacer una estructura de participación que ellos decidieron en gabinete sin nosotros”.

 

Además, recalcó en la necesidad de trabajar una adecuada distribución de beneficios de los créditos de carbono a las comunidades con plena transparencia e información clara:

 

Dice hubo dos ciegos pidiendo limosna en la calle. Un palomilla les dijo: ¿cómo están? “Bien”, les respondieron ellos. El pícaro les dijo: “aquí les dejo un regalo”. Y los ciegos dijeron gracias. Luego ya cuando se quedaron solos, se preguntaron entre ellos: ¿oye pues donde está el dinero?”. “Yo no sé, tú dijiste gracias”, dijo uno de ellos. “No he recibido nada. Yo tampoco”, dijo el otro. Así pues, estamos con el Parque (…) Falta que se diga: “Aquí están los beneficios” (…) Ellos manejan un sueldo nosotros no. A nosotros nos deja el bote, aunque sea nos vamos nadando, ellos se regresan en camioneta”.

 

El líder de la FEPIKBHSAM también remarcó la necesidad de que los gestores del PNCAZ coordinen con las organizaciones indígenas para respetar la estructura del movimiento indígena y articular con sus equipos técnicos, que tienen profesionales indígenas: “Pedimos a los funcionarios del SERNANP que inicien haciendo las coordinaciones con la CODEPISAM y sus federaciones. Ellos se van a coordinar directamente maliciosamente y tenemos testimonios donde les dicen al apu en la comunidad: “apu, vamos firmando este convenio porque su federación qué logro les va a dar”.

Isidro Sangama, vicepresidente del CEPKA, exigió la reparación e indemnización por 20 años de exclusión a las comunidades nativas por parte del PNCAZ:

 

Reparación e indemnización por 20 años de exclusión a las comunidades nativas. A pesar de que somos propietarios de ese territorio, no somos nada, somos despojados. Esa comunidad en el territorio tiene su mercado. Allí en ese bosque está la farmacia. Pero si en algún momento nos ceden lo hacen para un par de días, pero las medicinas no se hacen en un par de días. Necesitamos un par de semanas para estar tranquilamente. No es ir a cortar y ya”.

 

Marisol García, lideresa de FEPIKECHA apuntó también a un falso ambientalismo que vende el Parque, cuestionando su relación con empresas contaminantes del norte global que buscan limpiar su imagen con supuestas neutralidades de carbono de sus negocios:

 

El Parque no es del SERNANP es de los pueblos indígenas. Pero en la vida real, le pertenece a CIMA, a las empresas transnacionales del norte global, a las aerolíneas que contaminan y que son los principales aportantes del bono carbono. Esa es la realidad que no se quiere hablar ¿Acaso esas personas que compran el bono de carbono están haciendo mínimos esfuerzos para mitigar su contaminación? ¿Estamos siendo honestos con realmente mitigar el cambio climático y mitigar la contaminación ambiental? ¡No pues! No estamos siendo sinceros y es una hipocresía”.

 

Por su lado, Rocilda Nunta, viceministra de interculturalidad, haciendo eco de las demandas kichwas, apuntó en la necesidad de un Estado más dialogante con las comunidades:

 

Cuando se trata de elaborar políticas públicas y proyectos tienen que conversar directamente con los pueblos para saber sus formas de pensar y necesidades que ellos tienen. Nosotros promovemos que este Estado intercultural sea real. Promovemos que los derechos colectivos de los hermanos y las hermanas sean escuchados y que sus derechos sean promovidos (...) Yo les insto hoy día a que promovamos un diálogo intercultural”.

 

Por su parte, los representantes del SERNANP manifestaron contar con metodologías participativas de áreas protegidas para buscar propuestas y beneficios conjuntos. Además, expresaron su voluntad de abordar la necesidad de discutir y mejorar la participación plena y efectiva en el comité de gestión del Parque, como un espacio democrático de la sociedad civil para la rendición de cuentas, y la participación en el Plan Maestro como hoja de ruta del Parque. Y finalmente SERNANP mostró predisposición para la rendición de cuentas en las propias comunidades kichwa y un diálogo técnico para la mejora de los espacios de participación.

La reunión cerró con la firma de un acta acordando que el SERNANP generará una mesa específica para revisar los mecanismos de participación, la transparencia, y los otros temas de la agenda presentados por las organizaciones indígenas, en una nueva reunión en territorio kichwa. Y el MINCUL seguirá acompañando el proceso de diálogo intercultural.

Show cookie settings