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Soberanos del bosque: Una memoria dialogante entre el monte y la palabra

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En el primer capitulo de un blog en dos partes, la miembro del equipo de Forest Peoples Programme, Miluska Elguera, quien acompaña las luchas de las comunidades indígenas Kichwa en la Amazonía peruana, comparte dos herramientas que han resultado importantes al apoyar y fortalecer la defensa de los Pueblos Indígenas de sus territorios y bosques.

Durante los años 2017 al 2018 hemos acompañado al pueblo kichwa en la región de San Martín, Perú, en sus procesos por la salvaguardia de sus territorios ancestrales, labor realizada en coordinación con sus representantes y nuestro equipo in situ.

Es basado en nuestro acompañamiento presencial que compartiremos dos estrategias fundamentales para el desarrollo de un trabajo sostenido con la dirigencia kichwa de CEPKA y FEPIKBHSAM, socios con quienes hemos tenido mayor cercanía. En primer lugar, coordinación y acompañamiento de visitas al bosque y, en segundo lugar, reuniones de diálogo entre los comuneros. Estas reuniones a veces fueron facilitadas con una tercera herramienta: pequeños fondos de respuesta temprana a disposición de las comunidades y federaciones para ayudarles a resolver sus diversos problemas, relacionados a la defensa y protección del territorio.

Conversando, conversando”: Solucionando los malentendidos

En Forest Peoples Programme trabajamos con nuestros interlocutores o socios en la medida que ellos así lo soliciten, en aras de complementar sus actividades con apoyo técnico para un mejor desarrollo de sus iniciativas. Es teniendo en cuenta las acciones estratégicas basadas en el respeto a las diversas maneras de leer, entender y vivir el bosque que consideramos indispensables los espacios de diálogo entre las comunidades kichwa con presencia de sus autoridades para la validación de sus resultados. Una asamblea bien planificada, con objetivos claros; la potencial resolución de malentendidos e incluso, la posible prevención de ellos.

Las federaciones están integradas por comunidades nativas asentadas en ocasiones en zonas sin servicio de luz y/o internet o señal telefónica. Una manera de comunicarse entre ellas es dejar mensajes en las radios locales o esperar a una próxima visita a la ciudad más cercana para aprovechar en encontrar a alguno de sus compañeros de las otras comunidades. Las ocasiones para dialogar, debatir y/o dar soluciones a sus problemáticas territoriales en común, por lo tanto, no son constantes.

Es así que las reuniones se tornan en una oportunidad importante para el diálogo estratégico a las cuales recurren para generar soluciones a sus malos entendidos y problemáticas internas; o a conflictos, problemáticas con migrantes, empresas o el gobierno. Mientras mayor sea el número de involucrados, más enriquecedor el análisis. Un punto trascendental en las reuniones y asambleas es la presencia de sus autoridades, los apus y presidentes.

Por ejemplo, hubo el caso de un denominado “mal entendido” respecto a la definición de linderos entre las comunidades de Chazuta y Lamas, con el fin de ser titulados comunitariamente. Después de un año de reuniones con presencia de autoridades estatales, además de reuniones internas, pero con la ausencia de presidentes de ambas partes, la resolución estaba cerca.

Los comuneros optaron por resolver mediante el diálogo entre todos los involucrados, sin faltar nadie para hacerlo mejor. Fruto de la reunión se decidió realizar una salida a campo, porque los mapas no son suficientes: las lecturas del pueblo kichwa son diferentes, sus memorias colectivas serán más eficientes recorriendo los caminos y visionando cómo va a ser el acuerdo entre ellos para poder ir tranquilos de haber constatado donde empieza la quebrada, qué zona debe ser el lindero, cómo repartir con justicia.

El territorio es un encuentro; es cultura viva y patrimonio de sus habitantes soberanos, los pueblos indígenas.

Soberanos del bosque: Caminando vamos resolviendo

Antes que ser rígidos polígonos diseñados desde oficinas, el territorio indígena es un todo comunitario usado por los pueblos indígenas previo a la constitución del Estado peruano; por lo tanto son ellos, los soberanos de los bosques, quienes mejor lo conocen.

 

El monte es una suma compleja de caminos vivos, testigos del andar de abuelos y abuelas, de sus collpas, de sus purmas, de sus resinas y de más que constituyen la memoria colectiva de sus pueblos. Entonces, ¿Es posible seguir insistiendo en su neta comprensión desde una oficina? ¿Qué tipo de indicador o dato esperamos obtener de la memoria colectiva indígena sin considerar a la memoria corporal de al recorrer su camino ancestral?

 

El territorio es colectivo, así como también su lectura, su quehacer político, su protección y su reafirmación como espacio de vivencias prácticas, familiares y espirituales en dinamismo, con sus propios cambios y continuidades; dejar de tener esta afirmación presente nos podría llevar al circunscribirnos a una visión sesgada poco eficiente al momento de un análisis de la realidad.

Durante el año hemos sido testigos de lo indispensable que es salir al monte para además de asegurar la salvaguarda del territorio mediante las rondas o patrullajes, evita que mueran los caminos, pues recorrerlos y reactivar la memoria colectiva y corporal.

Caminando se han concretado la resolución de problemáticas como el establecimiento de los límites entre las comunidades que, no recordando desde los mapas físicos las dimensiones del territorio propio y la del vecino, una vez cerca a la quebrada han logrado dar con detalles que no lograron citar durante la asamblea de coordinación.

En el bosque también se encuentra las soluciones

Las emergencias territoriales se deben abordar considerando tanto el gabinete como el campo, siendo cada cual diferente en su desarrollo desde el quehacer político indígena, que es comunitario. Se debe llegar a un acuerdo consensuado validado por los presidentes y/o apus involucrados, y ejecutar esa decisión con una salida al bosque. El bosque debe recorrerse ante toda problemática territorial.

Sin embargo, el cruce de estrategias es fundamental, ya que no es eficiente ir a campo sin reuniones de preparación. ¿Qué vamos a ir a hacer a campo? ¿Qué equipo técnico necesitamos para lograr nuestro objetivo? ¿Cuál va a ser la ruta y cómo van a componerse los equipos? ¿Cómo será la logística? Estos aspectos no pueden atenderse una vez en campo.

Por lo tanto, las asambleas generarán la propuesta preparatoria estratégica a aplicar en campo, será un espacio para determinar el sentido de ir al bosque y, es en el bosque donde se dará forma final a lo acordado en la asamblea para culminar con una solución justa y sostenible.

En Forest Peoples Programme recomendamos ambas estrategias acompañadas de planificación interna, apuntalando a objetivos tanto a corto plazo como lo es la salida de campo en busca de algo específico, como también tener en cuenta objetivos a largo plazo, plasmadas en la visión que las organizaciones indígenas compartan con sus bases.

  • El trabajo descrito en este articulo entre 2017 y 2017 ha sido posible gracias a una donación generosa de la Unión Europea (EIDHR) lo cual apoyo el siguiente proyecto: Defendiendo vidas y territorios: la protección de los defensores de los derechos humanos en San Martín y Ucayali.

Overview

Resource Type:
News
Publication date:
12 June 2019
Region:
Peru
Programmes:
Culture and Knowledge Territorial Governance
Partners:
Consejo Étnico de los Pueblos Kichwa de la Amazonia (CEPKA)

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