¿Solución eficaz o falsa esperanza? Los Sengwer proponen el camino a seguir mientras el Banco Mundial reconoce sus errores
En enero de 2014 los Sengwer del bosque Embobut, situado en las colinas Cherangany de Kenia, empezaron a ser expulsados de sus tierras por guardas armados del Servicio Forestal de Kenia, quienes han estado incendiando todos sus hogares hasta reducirlos a cenizas. Esta expulsión se ha producido a pesar de una orden judicial del Tribunal Superior que la prohibía. Desde entonces quizás más del 70 % de los Sengwer ha regresado a sus tierras y ahora viven en refugios temporales inadecuados, siendo acosados y arrestados por los guardas del Servicio Forestal.
Otros pueblos no han regresado (aquellos que habían sido trasladados al bosque Embobut por el Gobierno o que se habían aprovechado de la negación de los derechos a los Sengwer sobre sus tierras, para apoderarse de su tierra y cultivarla). El hecho de que los Sengwer hayan insistido en regresar, a pesar del acoso continuo, pone de relieve la vital importancia que su hogar ancestral tiene para ellos.
El 30 de septiembre, el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial presidido por el presidente Kim se reunió para decidir cómo iba a responder a la situación de los Sengwer. Tenía que decidir entre:
- las duras críticas del Panel de Inspección del propio Banco sobre el Proyecto de Gestión de Recursos Naturales (NRMP por sus siglas en inglés). El Panel había llevado a cabo la investigación en respuesta a una queja oficial de los Sengwer en la que exigían que el Banco investigara la situación, y
- el plan de acción propuesto por la dirección del Banco en respuesta a las conclusiones del Panel. Desde el punto de vista de los Sengwer, dicho plan era totalmente inadecuado, en el sentido de que intentaba refutar o desviar toda crítica y simplemente proponía unas cuantas respuestas inadecuadas.
Aunque el Panel de Inspección no pudo demostrar una relación directa entre el financiamiento del Banco y los desalojos forzosos de los Sengwer por parte del Servicio Forestal de Kenia, sí que descubrió que
- el Banco incumplió su propia política de salvaguardia OP 4.20 aplicable a los pueblos indígenas, ya que no salvaguardó sus derechos territoriales, entre otras cosas “porque no se tomaron las medidas adecuadas para hacer frente a la posible pérdida de derechos consuetudinarios como dispone la política”; y
- el Banco no cumplió con sus políticas de salvaguardia porque el proyecto mantuvo las condiciones para nuevos desalojos al no identificar, abordar o mitigar adecuadamente el hecho de que la institución a la que estaba financiando, el Servicio Forestal de Kenia, estaba y sigue estando comprometida con los desalojos “antes, durante y después de la conclusión del NRMP”.
A pesar de algunas diferencias de opinión, el Directorio Ejecutivo respondió pidiendo una respuesta mucho más contundente del Banco, como parte de la cual el presidente Kim se comprometiera a ponerse en contacto con el presidente Kenyatta. Algunos miembros del Directorio Ejecutivo argumentaron que el problema que surge cuando el Banco Mundial se ofrece a ayudar a solucionar problemas que ha creado es que aplica el mismo enfoque que creó los problemas en primer lugar.
Sin embargo, las comunidades afectadas han acogido bien la respuesta del Banco y han propuesto un plan de acción muy claro para que este pueda intervenir y apoyar una solución real que asegure la protección de los bosques a través de la protección de los derechos de los pueblos de los bosques. En su carta al presidente Kenyatta, dichas comunidades le piden que ordene a su Gobierno que atienda cuatro peticiones clave:
(i) que el Ministerio de Medio Ambiente, Agua y Recursos Naturales, el Servicio Forestal de Kenia y el Servicio de Flora y Fauna Silvestre de Kenia adopten un nuevo paradigma de la conservación en el que las comunidades indígenas de los bosques sean las custodias de sus bosques bajo la supervisión de dichos organismos de conservación;
(ii) que la Comisión Nacional de Tierras cumpla de manera activa, eficaz y eficiente su mandato constitucional de resolver los problemas que afectan a las comunidades indígenas que viven en los bosques y más aún el de abordar injusticias históricas relacionadas con la propiedad de la tierra;
(iii) que el Examen de la Ley de Bosques de 2005 esté en consonancia con la Constitución de Kenia de 2010 y la Política Nacional de Tierras y se lleve a cabo consultando activa, eficaz y eficientemente a las comunidades indígenas de los bosques y contando con su participación igualmente activa, eficaz y eficiente;
(iv) que el Servicio Forestal de Kenia respete el estado de derecho (medidas cautelares decretadas por el Tribunal Superior de Eldoret en marzo 2013 con respecto al caso denunciado por los Sengwer del bosque Embobut) y que DETENGA el acoso incesante y cualquier otra forma de desalojo y desplazamiento forzosos (destrucción de la propiedad, incendio de casas, arrestos, intimidación, etc.) de los miembros de la comunidad indígena Sengwer, de sus hogares y tierras ancestrales en el bosque Embobut.
Los Sengwer esperan que se pueda encontrar una solución definitiva. Tienen la esperanza de que el Banco y el Gobierno puedan reconocer que, lejos de ser una amenaza para el bosque, ellos son los más indicados para protegerlo.
Más información sobre la situación que se está forjando en Kenia:
Otros pueblos que habitan en los bosques de Kenia también están desempeñando un papel cada vez más activo:
- en la situación jurídica que se está forjando rápidamente,
- para demostrar que son los mejores custodios de sus tierras forestales,
- para asegurar que la conservación de los bosques de Kenia adopta el enfoque basado en los derechos, el cual forma parte del nuevo paradigma de la conservación y que puede conducir a una solución en la que tanto las comunidades que habitan en los bosques como la conservación de los bosques salgan beneficiadas.
A lo largo del último año los Ogiek de Chepkitale, el Consejo de Ancianos del Monte Elgon y los exploradores de las comunidades han estado aplicando los estatutos consuetudinarios que pusieron por escrito hace poco, así han podido arrestar a personas que quemaban carbón vegetal y persuadir al Servicio Forestal de Kenia para que deje de promover un sistema con el que comunidades que no viven en los bosques indígenas estaban destruyéndolos.A través de la Red de Pueblos Indígenas de los Bosques, integrada por los Ogiek del Monte Elgon, los Sengwer de las colinas Cherangany, los Yaaku de Mokogodo, y los Sanye y los Aweer/Boni del Distrito de Lamu, las comunidades que viven en los bosques están apoyándose las unas a las otras para desarrollar los estatutos y la capacidad, y los derechos y responsabilidades, para determinar su propio futuro de modo que puedan mantener, y ser mantenidas por, su rica ecología (existente y en proceso de recuperación).
Esta red se reunió en septiembre de 2014 y preparó una enérgica declaración colectiva para el Grupo de Trabajo sobre Injusticias Históricas Relacionadas con la Propiedad de la Tierra establecido por la Comisión Nacional de Tierras. Dicho Grupo de Trabajo tiene plazo hasta marzo de 2015 para preparar leyes que aborden las injusticias históricas relacionadas con la propiedad de la tierra como las que han sufrido todos estos pueblos.
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- Resource Type:
- News
- Publication date:
- 16 October 2014
- Programmes:
- Global Finance Climate and forest policy and finance Law and Policy Reform