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Victoria de los pueblos indígenas de Ucayali frente a la extracción petrolera de tierras indígenas en el Lote 200

Lotes 200 Dialogues around Lote 200 in Puerto Firmeza. 2020. FECONAU.jpeg

Pueblos indígenas de la región de Ucayali aseguraron una victoria frente al proyecto extractivo del Lote 200, donde después de largos años de lucha a su imposición y frente a un proceso de consulta muy pobre y con graves violaciones a los derechos indígenas, lograron que la empresa CEPSA Perú decida retirarse de la operación. Los pueblos indígenas permanecerán vigilantes y lucharán por la anulación del Lote petrolero.

A fines de marzo, la Federación de Comunidades Nativas de Ucayali y Afluentes (FECONAU) recibió una comunicación de PERUPETRO que indicaba que CEPSA Perú, filial de Compañía Española de Petróleos, y que estaba asignada al Lote 200, decidió retirarse de la operación.

PERUPETRO, la empresa estatal encargada de la suscrición de contratos para la exploración y explotación de petróleo y gas en el Perú, comunicó a FECONAU que “debido a que el proceso de Consulta Previa, a cargo de la Dirección General de Gestión Social del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), no tuvo avances significativos, el Contratista interesado en suscribir el Contrato de Licencia para el Lote 200, manifestó su decisión de no continuar con los trámites para la aprobación de dicho Contrato, debiendo detener cualquier posible continuación del proceso de Consulta Previa en el referido Lote". Por lo tanto, el proceso de consulta también ha terminado.

Sin duda, esto constituye un gran logro de los pueblos indígenas de Ucayali que han resistido a lo largo de los años la imposición de este lote petrolero, así como a un proceso de consulta muy pobre y con graves violaciones a los derechos indígenas llevado a cabo por PerúPetro, donde entre las críticas más significativas a proceso estuvieron:

  • La negativa del Estado peruano para la búsqueda de la obtención del Consentimiento Previo, Libre e Informado (CPLI), tal como lo demanda el derecho internacional que ampara a los pueblos indígenas, de las comunidades afectadas y para que éstas puedan tener una voz vinculante en el destino del proyecto extractivo. Esto derivó en un proceso de Consulta Previa que interpelaba los principios más básicos de transparencia y buena fe.
  • Insistir con consultar el proyecto de decreto supremo que aprobaría el contrato de licencia para exploración y explotación de hidrocarburos en el Lote 200 y no el contenido del contrato, es decir, una consulta sesgada con información entregada a medias, derivando en escasez de información técnica sobre el proyecto y sus verdaderos impactos en los derechos y medios de vida locales.
  • No invitar a todas las comunidades afectadas al proceso: El MINEM y el Ministerio de Cultura (MINCU) consideraron solo 11 comunidades nativas de los pueblos Asháninka, Shipibo-Konibo y Awajún, mientras que las organizaciones indígenas argumentaban que eran 13 las comunidades dentro del área de influencia del Lote.
  • La falta de una metodología de trabajo verdaderamente intercultural y falta de traductores indígenas.
  • A fines del 2019 el MINEM delegó a PERUPETRO la implementación del Plan de Consulta Previa del Lote. Pese a que la Oficina General de Gestión Social (OGGS) del MINEM es quien implementa y conduce el proceso de consulta del ministerio, para el Lote 200 lo terminó haciendo una empresa estatal con una indiscutible lógica mercantilista y que genera un sesgo muy cuestionable acerca del proceso.
  • Frente a la posición de las organizaciones indígenas cuestionando el transcurso del proceso de Consulta, solo hubo poca voluntad política de parte del Estado peruano para reestructurar el proceso y reiniciarlo en la tercera etapa, la cual involucraba la transparencia y la publicidad, contemplando así un nuevo Plan de Consulta Previa y la inclusión de todas las comunidades nativas afectadas.

 

El Lote 200 ha sido una agenda de FECONAU y desde la estructura orgánica del movimiento indígena apoyamos y vamos a seguir apoyando este proceso. La empresa CEPSA ha decidido no continuar. Pero no ha sido su propia voluntad, sino el resultado de la fuerte exigencia de las organizaciones indígenas, sobre todo porque no hubo en primer lugar una Consulta Previa real. Han estado queriendo utilizar a personas individuales para decir que se había hecho ya la Consulta. FECONAU ha sido muy contundente en decir que esta Consulta no tenía validez. Gracias a la posición firme de las comunidades afectadas y de las organizaciones indígenas, el proceso no ha continuado. La empresa se retira y las organizaciones indígenas vamos a permanecer cautelosas cuidando los intereses colectivos de las comunidades para que no nos sorprendan nuevamente empresas que lo único que buscan es sacar recursos y dejar contaminación”, apu Miguel Guimaraes, vicepresidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).

 

Como se sabe, el área de influencia del Lote 200 afecta abarca 447,126.5 hectáreas en las provincias de Padre Abad y Coronel Portillo de la región Ucayali y la provincia de Puerto Inca de la región Huánuco, afectando a 13 comunidades nativas, entre San Salvador, Nuevo San Juan, Shambo Porvenir, Santa Clara de Uchunya, San Francisco, Nuevo Egipto, Santa Clara, San José de Tunuya, Santa Lucía, Puerto Frimeza, Panaillo, Santa Teresita de Cashibococha, Kantash.

La resistencia al Lote 200, incluso involucró varios años de diálogos internos entre las comunidades afectadas y también reflexiones acerca del destino de otros proyectos de extracción de hidrocarburos en la región Loreto o Amazonas, donde otras comunidades shipibas y de otros pueblos han vivido derrames de petróleos arrasando la vida en bosques, quebradas, cochas y playas. Asimismo, las lecciones de estos procesos de Consulta Previa, mal llevados y en asimetría de poder para una verdadera toma de decisiones, permiten reflexionar cómo se pretende pasar el ejercicio de este derecho fundamental como uno de mero trámite burocrático que permita regularizar el otorgamiento de derechos a terceros sobre territorios indígenas, con fines comerciales bajo la justificación de ser de interés nacional y en pro del desarrollo convencional.

 

A raíz de la visita que hemos tenido, las comunidades han manifestado que haya afectación a los territorios y el alejamiento de los recursos naturales que se irían alejando. Por el mismo hecho de la exploración y explotación. Es más, los impactos como derrames que ya hemos visto en otras regiones amazónicas, apu Rolando Escobar Chávez, vicepresidente de la FECONAU.

 

Como resultado de estas irregularidades en el proceso de Consulta Previa, las organizaciones indígenas representativas de las comunidades afectadas y éstas, reunidas en la ciudad de Pucallpa en marzo del 2022, decidieron en abandonarlo. Frente a la decisión de CEPSA Perú de desistir en operar el Lote 200, los pueblos indígenas de la región Ucayali anuncian que quedarán vigilantes y no descartan acciones legales que exigir la anulación de todo el Lote y evitar que lleguen otras empresas interesadas, con nombres distintos, pero con la misma lógica predatoria y extractivista, y así reiniciar todo el proceso de violación de derechos en complicidad con el Estado peruano.

 

“Siempre hay que permanecer vigilantes, pues el Estado no va a quedar así. Yo pienso que sí es una victoria del pueblo shipibo-konibo, pero por otro lado siento que CEPSA está presionando y tanteando al Estado por su capacidad de negociación con los pueblos. Como el lote 200 es de interés nacional, el Estado no se va a quedar allí nomás. Nosotros de las comunidades nativas, de la federación y en alianza con ORAU y AIDESEP, tenemos intención de anular ya el lote petrolero para que no vengan otras empresas privadas a querer ocupar nuestro territorio”, apu Rolando Escobar Chávez, vicepresidente de la FECONAU.

 

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