Conservación sin pueblos indígenas. El caso de los territorios kichwa en el ámbito de Cordillera Escalera y Cordillera Azul en San Martín

El presente informe tiene por objetivo mostrar de qué manera la implementación del Parque Nacional Cordillera

Azul (PNCAZ) y del Área de Conservación Regional Cordillera Escalera (ACR-CE), creadas en 2001 y 2005,

respectivamente, amenazan la continuidad en la ocupación territorial del pueblo Kichwa de la región San Martín,

así como sus formas de control y usufructo tradicional.

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Son al menos 72 comunidades nativas Kichwa de la región San Martín que ven sus territorios afectados por la

gestión de ambas Áreas Naturales Protegidas (ANP). Aparte de las 5 comunidades Kichwa que tienen núcleos

poblacionales dentro de una de ellas (el ACR-CE), existen también al menos 28 (18 para el caso de ACR-CE

y 10 para PNCAZ) con núcleos poblacionales próximos a los límites de las ANP y que en la mayoría de casos

cuentan con zonas de ocupación tradicional dentro de estos ámbitos. De igual modo ocurre con al menos 39

comunidades, cuyos núcleos poblaciones no se encuentran en colindancia próxima a los límites de estas ANP,

pero que aún mantienen zonas de uso tradicional, realizando largas caminatas hacia estos lugares.

Estos lugares, denominados por la población Kichwa como “sectores”, por lo general concentran una gran

biodiversidad, siendo zonas de referencia para la caza, pesca y recolección de recursos como son las plantas

y cortezas medicinales, maderas, greda y sal. La forma de ocupación tradicional Kichwa de esos sectores se

configura de manera multi-localizada, es decir, con varios de estos distribuidos en diferentes zonas de la región

y también, de manera específica, en las ANP mencionadas. Otros aspectos fundamentales de la territorialidad

Kichwa son el movimiento continuo y sostenido en el tiempo de las familias hacia estos lugares, el conocimiento

técnico para el aprovechamiento económico de los recursos y una diplomacia cosmopolítica orientada a

garantizar las buenas relaciones entre humanos y no-humanos con el entorno amazónico.

El informe pone en evidencia que, desde su creación, el PNCAZ y el ACR-CE afectaron la seguridad jurídica que

los sectores Kichwa deberían tener en amparo a los derechos territoriales que asiste a su población. La falta

de una adecuada identificación en diagnósticos de base e instrumentos de gestión (especialmente sus planes

maestros), así como la posición adoptada por ambas administraciones para negar la posibilidad de titulación de

territorios comunales, contribuyeron a que, en la práctica, los territorios Kichwa queden invisibilizados. Además,

la gestión de ambas ANP viene limitando los sectores de movilidad Kichwa, bajo la criminalización de sus

actividades, la marginación de sus representantes en los espacios de deliberación y toma de decisiones, entre

otros desincentivos a la ocupación Kichwa, como se da cuenta en el informe.

Así, este informe revela que, en la práctica, los responsables de estas ANP vienen desenvolviendo un modelo de

gestión de la conservación que es excluyente y de carácter impositivo para la población Kichwa en San Martín.

El pleno reconocimiento de sus derechos territoriales y la incorporación de las formas de control y manejo

territorial Kichwa podría llevar a modelos de gestión no solamente menos excluyentes, sino también más

legitimados entre la población indígena, porque se basarían en un mayor consenso y responderían a los actuales

estándares y normativas internacionales sobre medio ambiente y pueblos indígenas. Del mismo modo, ello

permitiría llevar a que toda la sociedad pueda tener una mejor valoración y reconocimiento de las estrategias

indígenas, en la mayor parte de los casos la forma de conservación más eficaz, las mismas que, como se señala

en el presente informe, se vienen desarrollando al margen de la gestión de las ANP.

Conclusiones:

Tomando en cuenta sus efectos sobre la población Kichwa de las comunidades nativas de San Martín, estas ANP se han establecido:

• Asumiendo la inexistencia de ocupación tradicional indígena en sus ámbitos y desde las primeras etapas de su implementación (delimitación en gabinete, diagnóstico socio-demográfico, consultas ciudadanas selectivas, entre otras), con el objetivo de no deslegitimar la justificación dada a ambas áreas como zonas prístinas amenazadas por actividades antrópicas e invalidar las estrategias de conservación propuestos por sus impulsores.
• Bajo iniciativas externas a la población indígena local, sin participación efectiva de esta en la deliberación
• y toma de decisiones, sin ser estos consultados y sin haber dado su consentimiento de manera previa, libre e informada.
• Sin un registro adecuado de zonas de ocupación tradicional Kichwa, tanto en la etapa de creación como en la gestión de ambas ANP (principalmente en los Planes Maestros). Sus responsables no han dado relevancia a (para el caso de Cordillera Azul) o han omitido (para el caso de Cordillera Escalera) la identificación de sectores de uso y ocupación indígena, lo que deriva también en ausencia de programas estratégicos en ambas ANP volcados para su registro, cuidado y sostenimiento en el tiempo.
• Teniendo estrategias punitivas hacia las prácticas tradicionales de la población local indígena, materializadas en denuncias ante el Ministerio Público o la destrucción de sus bienes cuando el personal de las ANP considera que se incumplen las normas establecidas por ambas gestiones.
• Manteniendo acciones deliberadas, por parte de sus responsables, para evitar la formalización de la propiedad comunal de la población indígena. La legislación nacional en materia de bosques y áreas naturales protegidas es continuamente usada para justificar y/o reforzar argumentos en contra del reconocimiento estatal de territorios indígenas al interior de estas ANP.

Recomendaciones:

Consideramos que el Estado peruano debe tomar medidas inmediatas para cumplir con su responsabilidad de reconocer y proteger los territorios indígenas del pueblo Kichwa, a través de la titulación colectiva que vienen exigiendo desde hace años.

Además, las gestiones de ambas ANP deben desarrollar mecanismos específicos que incluyan principios de territorialidad Kichwa a diferentes niveles:

1. Estableciendo mecanismos para un adecuado registro de los caminos y lugares de ocupación tradicional Kichwa, fundamentados en programas de investigación que promuevan la identificación de sitios indígenas, el análisis de bosques antropogénicos y la visibilización del rol de las prácticas indígenas en el cuidado del bosque.
2. Incluyendo entre sus objetivos la salvaguarda de prácticas tradicionales indígenas, así como el cuidado de sectores al interior de las áreas, que permitan evaluar los logros de conservación bajo criterios de cuidado de sectores indígenas, fortalecimiento de prácticas tradicionales y preservación de conocimientos tradicionales.
3. Implantando mecanismos para sensibilizar a la población local no sólo en los objetivos actuales, vinculados a la conservación, cuidado del medio ambiente y gestión de las ANP, sino también en el respeto y valoración de las prácticas tradicionales para el cuidado del bosque.
4. Considerando mecanismos de vigilancia y control que incluyan la participación de las poblaciones indígenas locales.
5. Estableciendo mecanismos de gobernanza y participación adecuados, horizontales y culturalmente pertinentes que permitan a la población Kichwa tomar decisiones sobre el futuro de sus lugares de ocupación tradicional. De la misma manera, facilitando y contribuyendo, en lo que esté a su alcance, a la realización de procesos de titulación comunal.

El informe, es publicado por el Consejo Étnico de los Pueblos Kichwa de la Amazonía (CEPKA), la Federación de Pueblos Indígenas Kechwas del Bajo Huallaga de la Región San Martín (FEPIKBHSAM), la Federación de Pueblos Indígenas Kichwa de Chazuta (FEPIKECHA), la Coordinadora de Desarrollo de los Pueblos Indígenas de la Región San Martín (CODEPISAM), y Forest Peoples Programme.