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Blog: «Sin nuestro bosque no tenemos vida, desaparecemos»

Cameroon

Jean-Jacques*, miembro de una de las comunidades Baka de la zona de Ngoyla Mintom de Camerún, habla de ser expulsado ​​de su bosque ancestral y de los problemas a los que se enfrenta su pueblo a diario a por la falta de derechos territoriales y la falta de acceso a alimentos, medicinas y educación.

* Nombre cambiado por motivos de seguridad

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«La vida en mi comunidad Baka es más y más difícil. Vivimos principalmente de los recursos del bosque y, como nuestro bosque está cada vez más explotado por los silvicultores y el Estado sigue creando parques y reservas nacionales, el bosque ya no nos proporciona suficientes alimentos ni plantas medicinales. Con la introducción de maquinaria forestal pesada, los animales de caza han desaparecido. La pobreza se ha consolidado, y tenemos que convertimos en agricultores, para lo que también nos encontramos con graves problemas relacionados con conflictos por la tierra y la falta de tierra. Nuestros vecinos Bantúes tienen todas las tierras. Nuestro derecho a usar el bosque, la tierra y los recursos naturales no son reconocidos».

«Somos una comunidad que comparte, y procuramos compartir lo que encontramos en el bosque para comer. Durante ciertas épocas del año aún hay alimentos suficientes (mango silvestre, setas, ñame silvestre, ratas, pescado, hojas y raíces). Como nuestra comunidad está creciendo, nos dividimos en grupos para acampar en medio del bosque y abastecernos de alimentos. Durante estos viajes las familias comen bien».

 

«Todos los Baka dependen y seguirán dependiendo del bosque. Es el bosque el que define nuestra identidad [...] Es nuestra alma, sin él no tenemos vida, desaparecemos».

 

«Pero los proyectos de conservación y los servicios del Estado nos están negando nuestro derechos prohibiéndonos usar el bosque».

«Todos los Baka dependen y seguirán dependiendo del bosque. Es el bosque el que define nuestra identidad. Todos nuestros recursos provienen del bosque: fruta, hojas, miel, carne, pescado y plantas medicinales. Todos nuestros árboles sagrados, culturas y otros ritos tradicionales se practican en medio del bosque. Dios nos hizo guardianes del bosque. Es nuestra alma, sin él no tenemos vida, desaparecemos. Cada vez pasan más por alto este derecho a adorar y a participar en nuestros ritos tradicionales».

«Al empujarnos fuera del bosque para que nos instalemos a un lado del camino junto a las aldeas, todo en nuestra comunidad ha cambiado. Las autoridades públicas han decidido nuestro futuro basándose en una elección económica y política. Nuestra expulsión del bosque ha alterado nuestras vidas. Nuestra comunidad ha experimentado una verdadera pérdida de valor. El individualismo está ganando terreno en detrimento de la solidaridad y de compartir. Los curanderos están perdiendo sus conocimientos sobre las plantas. Los conflictos generacionales, la marginación y la pobreza se han generalizado. Nos enfrentamos a enormes dificultades para nuestra supervivencia. Todos estos cambios vinieron acompañados de los problemas socioeconómicos y políticos del momento. Las autoridades públicas también violan este derecho a la vida».

«Mi comunidad trabaja la tierra, pero a pequeña escala. Hay que destacar que no somos agricultores por naturaleza, sino cazadores-recolectores. Muchos aún no nos hemos adaptado al estilo de vida de los agricultores. Con el agotamiento de los recursos del bosque y sobre todo por no poder acceder libremente a él, nos vemos obligados a buscar otros medios de supervivencia. A mi comunidad le resulta crecientemente difícil acceder a la tierra y los recursos naturales y ejercer su derecho al desarrollo».

Los principales problemas que vemos hoy en mi comunidad son:

  • Falta de ciudadanía del Estado camerunés.
  • Falta de un centro de estado civil para que podamos disfrutar de nuestros derechos fundamentales como ciudadanos como el resto de la población camerunesa.
  • Falta de instituciones públicas indígenas.
  • Discriminación en la sociedad, en el empleo y en las ocupaciones.
  • Falta de acceso a una educación adecuada y falta de escuelas a todos los niveles.
  • Falta de consulta y participación en la gestión de los asuntos públicos.
  • Marginación a la hora de acceder a los servicios públicos.
  • Falta de acceso al desarrollo económico y social.
  • Falta de acceso a la justicia.
  • Falta de acceso al empleo por parte de nuestros jóvenes debido a nuestra condición de «pigmeos».
  • Analfabetismo de la población indígena.
  • Conflictos por la tierra con nuestros vecinos Bantúes y los empresarios agroindustriales.
  • Falta de tierra utilizable para nuestras casas con terreno alrededor.
  • Falta de atención primaria de salud.
  • Violencia, detención y arresto, búsqueda y tortura por parte de «ecoguardas» y funcionarios de las zonas protegidas.
  • Prohibición de practicar nuestras actividades tradicionales de supervivencia en el bosque, que ha pasado a ser una zona protegida.

Nota del editor: En septiembre de 2017 Gbabandi, la plataforma de los pueblos indígenas de los bosques de Camerún, aprobó una declaración sobre los derechos territoriales en la que señaló que los pueblos indígenas de los bosques han sido guardianes de los bosques durante milenios, y reclamó el reconocimiento de los derechos territoriales colectivos de los pueblos indígenas de los bosques y el respeto del principio del consentimiento libre, previo e informado, entre otros llamamientos. El texto completo de la declaración se puede consultar aquí.

Overview

Resource Type:
News
Publication date:
31 October 2018
Region:
Cameroon
Programmes:
Culture and Knowledge Territorial Governance Conservation and human rights Access to Justice
Partners:
Association OKANI

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