Declaración de solidaridad con la labor de la Guardia Indígena en el contexto de la actual represión de las protestas sociales en Colombia y petición de reconocimiento, justicia y medidas de protección

Front Line Defenders y Forest Peoples Programme reconocemos la ancestral labor de resistencia y protección colectiva de los derechos humanos y los territorios colectivos que desempeñan las Guardias Indígenas y cimarronas en zonas convulsas del conflicto armado, enfrentando amenazas, ataques y discursos de odio que estigmatizan su labor.[1]

En el marco de las actuales protestas sociales que se desarrollan en Colombia desde el 28 de abril, y la respuesta represiva de las autoridades, al menos una veintena de integrantes de la Guardia Indígena han resultado heridos al intentar proteger y defender a otros del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza desplegado por las autoridades estatales (en las ciudades).[2] Nuestras organizaciones están profundamente preocupadas ante los continuos e impunes ataques de agentes estatales y civiles armados contra miembros de la Guardia por sus esfuerzos en la defensa de los derechos humanos, especialmente en el contexto de las actuales protestas sociales en Cali.

Destacamos el activo y comprometido rol de protección de los derechos humanos que la Guardia indígena del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha cumplido en el actual contexto de fuerte represión a la protesta social que se vive en Colombia, dejando en evidencia su contundente experiencia en protección humanitaria en situaciones de grave y continua violencia. La Guardia Indígena fue reconocida por su trabajo crítico con el Premio Regional Front Line Defenders[3] para las Américas en 2020. La Guardia Indígena de Colombia es una fuente de inspiración y un ejemplo de lucha pacífica y colectiva para todos los que defienden los derechos humanos en las Américas.

Ambas organizaciones solicitamos a las autoridades estatales que se investigue con la debida diligencia de manera exhaustiva e imparcial y sancione con penas proporcionales a los responsables de estos ataques, incluido el caso de Daniela Soto, estudiante de filosofía y coordinadora del programa de jóvenes del Consejo Regional Indígena del Cauca, quien se debate entre la vida y la muerte luego de recibir dos disparos de arma de fuego. También solicitamos investigaciones contra quienes han divulgado discursos de odio para estigmatizar la protesta del movimiento indígena y así incrementando el riesgo de ataques físicos y armados contra ellos.

Finalmente, Front Line Defenders y Forest Peoples Programme hacemos presente que estos ataques contra la Guardia y sus integrantes implican la responsabilidad estatal y de sus autoridades por discursos altamente estigmatizantes y racistas en contra de quienes, como la Guardia, defienden lo colectivo especialmente en contextos altamente represivos.[4] Y hacemos un llamado a las autoridades estatales e internacionales a reconocer y proteger el trabajo de las personas defensoras de derechos humanos, principalmente en contexto especialmente vulnerables como aquellos que se generan cuando el Estado abdica de su deber de proteger los derechos humanos de quienes ejercen su derecho a la protesta social o actúa atacándolos directamente. 

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•  Himno de la Guardia Indigina

[1] https://www.cric-colombia.org/portal/sos-por-la-minga-indigena-y-el-cric/

[2] https://www.cric-colombia.org/portal/valle-y-cauca-el-conflicto-se-traslada-de-los-resguardos-a-las-ciudades/

[3]https://www.frontlinedefenders.org/es/organization/guardia-indigena-de cauca#:~:text=La%20Guardia%20Ind%C3%ADgena%20del%20Cauca,sus%20territorios%20de%20forma%20pac%C3%ADfica.

[4] http://crideccaldas.org/denuncia-sobre-violenta-intervencion-del-concejal-alvaro-guapacha-los-indigenas-son-terroristas/; https://radiopayumat.nasaacin.org/2021/05/05/cric-rechaza-nuevo-falso-positivo-del-expresidente-uribe/?fbclid=IwAR1qZM7fcT4kWEtCWsjW6oDHjQouvVQxXkSdehDyIXlcg5EQV09TLaz-RUs