Promoviendo el liderazgo de mujeres desde las comunidades hasta foros internacionales - una entrevista con Marisol García Apagueño

¿Cómo inspirar mujeres a liderar?

Inspiramos a la generación venidera de lideresas con el trabajo que venimos realizando. En corto tiempo hemos tenido una reunión con la Ministra de la Mujer, con las congresistas, con el Ministerio de Cultura y con el Ministerio de Turismo, y estamos trabajando en temas de protocolos contra la violencia de la mujer y miembros de la familia.

Nos reunimos con la Comisión Descentralizada del Congreso. Lo que nosotras pedimos es que ellos como gabinete, dejen de tener diferencias políticas y realmente se pongan a trabajar para el bien de los más vulnerables, que son los pueblos indígenas. Ellos son más diplomáticos, pero en cambio, nosotros pisamos tierra y les decimos que realmente se pongan a trabajar, porque acá hay muchas cosas que necesitamos que hagan y las únicas que hacen leyes y decretos son ellos.

En diciembre 2022, la presidencia de la Corte Superior de Justicia de San Martín aprobó el “Protocolo Intercultural de Atención y Coordinación para los Casos de Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar del Pueblo Indígena Kichwa de San Martín”. La finalidad de este protocolo es contribuir al acceso a los servicios públicos de prevención, atención y protección frente a la violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar del Pueblo Indígena Kichwa, con pertinencia cultural y lingüística. Decidimos trabajar en este protocolo para que las mujeres mismas sean las que identifiquen el tipo de violencia que viven, y planteen soluciones dentro de sus comunidades y con las organizaciones del Estado.

 

Y, más que todo, estamos tratando también de rescatar nuestra identidad cultural, nuestra lengua, nuestra vestimenta y nuestra comida.

 

En el tema del rescate, estamos trabajando en formar asociaciones de mujeres y diciéndo que las mujeres organizadas tienen más posibilidades de salir adelante. Hay mujeres en mi comunidad que se dedican a la reforestación, y mujeres en otras comunidades que trabajan en el rescate de la cerámica. Estamos tratando de llevar una mujer por comunidad para que ellas sean las que replican dentro de sus comunidades.  Si llevamos a una que ya sea la que multiplique ¿no?

La importancia de visibilizar el trabajo que venimos haciendo como federación también es que está incentivando a más mujeres a involucrarse en el tema de los problemas territoriales, en el tema de rescatar nuestra cultura.

¿Por qué debemos escuchar a las voces de mujeres originarias?

Ir a la COP26 fue un gran logro para las mujeres originarias, no solo de mi departamento, sino a nivel de Perú. Para hacerlo, he sido víctima de muchas opiniones negativas de parte de los presidentes [de organizaciones indígenas], diciendo que siempre han participado varones. Es la primera vez que van dos mujeres, y ha sido un poco doloroso para ellos y decían ‘pobrecitos, les van a engañar las ONG y se van a ser víctimas o se van a calentar asiento.’ Desde mi punto de vista, hemos demostrado todo lo contrario .

 

No hemos ido a calentar asiento, realmente hemos ido a decir nuestra opinión, nuestro punto de vista, y no siendo muy diplomáticas si no queremos. Queremos que el mundo escuche lo que está pasando en la Amazonía de Perú y las cosas que estamos enfrentando.

 

Es muy importante que participen las mujeres indígenas en estos espacios, como la COP26. Vivimos y enfrentamos día a día los problemas. Es muy fácil mandarle a un congresista o un gobernador, como fue el caso de San Martín. Se fue a participar el gobernador, pero él no conoce en realidad los problemas que hay en los territorios indígenas.

La segunda razón por la que debemos participar es porque estamos preocupadas. La alta destrucción que tiene en la Amazonía está afectando a las nacientes de agua, está afectando en el tema de producción de frutos, está afectando el tema de lo que ya no tenemos muchos peces para alimentar a aves, animales que ya no tenemos por la tala que está depredando totalmente la Amazonía.

 

Las grandes ciudades son los consumidores compulsivos. Piden y no les importa de qué manera lleguen a su destino. Piensan que si tienen el dinero, pueden comprarse una especie que está en peligro de extinción y no darse cuenta el impacto que genera en nuestro entorno de los pueblos indígenas de la Amazonía.

 

Solo ellos quieren ver la parte económica, pero no lo ven un impacto a largo tiempo y nosotros, como los que menos contaminamos, somos los que más estamos pagando estas consecuencias del cambio climático. Entonces queremos que las personas sepan de nuestra propia voz lo que nosotros enfrentamos y las acciones que estamos haciendo para contribuir en mitigar ese cambio climático. No solo porque queremos garantizar la existencia de la humanidad, sino que también defendemos nuestro hogar.

Ahí es donde vivimos, es nuestra fuente de ingresos, de alimentación, de curarnos. Entonces no nos cabe a nosotros en nuestra mente, que nos digan les vamos a reubicar. Nos están cambiando de hábitat al hacer toda esta destrucción. Y eso debe saber la humanidad para que tome conciencia de lo que vienen realizando, que cambie también su estilo de vida.

 

Nosotros pensamos que los gobernantes del mundo, no solo de Perú, tienen intenciones de erradicar realmente a los pueblos originarios. Nosotros somos un estorbo para ellos, si exterminan a nosotros pueden expropiar todo – ya lo están haciendo con las áreas de conservación que crean sin consultarnos.

 

Tener que enfrentar realmente estos problemas, la humanidad necesita saber lo que vienen haciendo los varones y mujeres de los pueblos amazónicos, simplemente por querer defender su hogar y también por querer garantizar la existencia de la humanidad. Eso es. Por eso es muy importante que las mujeres amazónicas sean escuchadas, ¿no? En grandes espacios, como la COP26 u otros espacios que tengan impacto internacional.

Mujeres indígenas en las Conferencias de Clima

La COP26 fue una gran experiencia.  A pesar de que ha habido pocas mujeres, los espacios de participación han sido muy, muy peleados para nosotras; nos hemos tenido que reclamar y queríamos más espacio como mujeres. Y nosotras teníamos que decir que no hemos ido a pasear, nosotras hemos ido a hacer incidencia, visibilizar los problemas que enfrenta la Amazonía acá en Perú.

Participar en las marchas ha sido algo que a nosotras nos ha impactado por lo que se suma. A nuestra casa es regresar con esa energía para seguir haciendo más, con más ganas nuestras luchas y decir ‘¡oye, allá al otro lado!’

 

Si bien es cierto, en nuestro país no nos hacen caso, pero al otro lado del mundo hay gente que se ha sumado a nuestra causa, que está dispuesto a apoyarnos, a escucharnos y ayudarnos a visibilizar todos estos problemas y tal vez encontrarle a la larga una solución también, ¿no?

 

Y bueno, los compromisos de los grandes líderes, que realmente se está viendo que no los tienen. Los derrames de petróleo continúan y ellos siguen haciendo oídos sordos, dan la vista gorda y no están asumiendo esta contaminación ambiental que está matando la vida en el planeta. Realmente están haciendo como si hubieran derramado una gota de alguna otra cosa, nomás.

Los derrames de petróleo, por ejemplo, llegan a la Amazonía. Hay comunidades enteras que tienen que abandonar su comunidad para irse a vivir en otro lugar porque no tienen agua que tomar, ni peces a pescar. No hay con qué lavar y cocinar para los más pequeños.

Según lo que hemos escuchado en la COP, todos los pueblos originarios tienen los mismos problemas que enfrentan a esas mismas amenazas y que todos han sido despojados de sus territorios. 

Que fue diferente en la COP27 en Egipto?

La COP27, al otro mano, fue todo un desafío, pues a pesar de nuestros esfuerzos por llevar y compartir los graves problemas de nuestro territorio, los indígenas solo participamos como observadores.  La intención de ser parte de esta cumbre fue para visibilizar nuestro arduo trabajo de defensa, resistencia y cuidado de nuestra Amazonía, pero no nos reconocen y somos excluidos en la gestión y administración de las áreas protegidas por el Ministerio de Ambiente, SERNANP y CIMA. 

El evento nos deja un sabor amargo lleno de frustración e impotencia porque tenemos que viajar tan lejos llevando la voz de varones y mujeres, la desolación de nuestros ancianos y la incertidumbre de nuestros niños y niñas por el futuro que les espera. Hay tantas cosas que cuestionar como por ejemplo ¿Por qué realizarlo en Egipto donde la libertad de expresión es condenada? ¿Acaso no son las mismas empresas que nos están matando quienes auspician este espacio? ¿Por qué la COP28 será en Dubái?

Sin embargo, seguiremos participando en más ediciones hasta que seamos escuchados o hasta que haya interés de escuchar nuevas propuestas planteadas por los pueblos indígenas.

Conozca más sobre las experiencias de Marisol a la COP27 aquí: COP27: ¿Quién escucha a los pueblos Indígenas?

Como mujer, pues para nosotras ha sido una ganar esta batalla y que sabemos que muchas mujeres más también se están sumando porque también quieren lograr y ser vocera de las demás, de nuestros hermanos, de varones y mujeres, niños y niñas, porque eso es lo que hemos ido a hacer. Nosotros hemos ido a hacer la voz de todos, de nuestros hermanos de acá, de las comunidades, no sólo de la etnia kichwa, sino de la Amazonía en general.

Talleres de lideresas Kichwas

Es bien complicado trabajar con temas de mujeres. Hemos vivido con el concepto de machismo, de que las mujeres no servimos para nada, que las mujeres no deben opinar para tanto tiempo que las mismas mujeres ya tienen ese mismo concepto de decir que ‘Yo no sé, yo no puedo, ¿qué va a decir mi marido?’ Entonces, son las limitaciones que viven las mujeres.

Los talleres interculturales los vimos necesarios porque las mujeres ya nos sentimos excluidas y tenemos que rebuscar espacio para formar parte de una federación o de un consejo directivo. Por eso, vimos la necesidad de un espacio propio, primero para darnos cuenta de lo que necesitamos hacer o mejorar para que podamos ser parte de una directiva, de un comité.

Como te decía, muchas piensan que sus maridos van a decir que no, que no pueden ir a la asamblea, y si se van no pueden opinar. Entonces, para romper esas cosas y mejorar la autoestima, para hablar y fortalecer el liderazgo, necesitamos ese espacio para que haya un sinceramiento entre mujeres. Un espacio de liberarnos, tema espiritual, tema personal, y dejar atrás muchas cosas que a veces nos obstaculizan para salir adelante.

Hay muchas vivencias que tenemos, historias que nos traumatizan y que psicológicamente no hemos podido superar. Cosas que hemos tenido que enfrentar a nuestra corta edad; el tema de narcotráfico, del terrorismo, por ejemplo. Muchas de ellas han sido violadas y son cosas que vienen arrastrando hasta hoy en día.

 

Hemos ganado mucho ese espacio porque hemos podido lograr que muchas personas reconozcan esas cosas que no les deja avanzar. Se puede decir que si se da la oportunidad, que esas cargas compartidas se pueden llevar más que cargarlas tú sola.

 

Si todas compartimos esa gran tragedia que ha pasado a alguna mujer en su corta edad, vamos a ayudar a cargarla y ella ya no va a tener tanto. Es esa carga pesada de decir que a veces muchas de ellas se sienten hasta culpables de las desgracias que les han pasado. Este espacio nos ha ayudado a darnos cuenta la importancia que tiene todo eso. Ellos no son culpables y muchas de ellas coinciden que han pasado por la misma situación. Aun así, han hecho muchas otras cosas para superar esos problemas y hoy en día están liderando y están fortaleciendo ese liderazgo para poder salir adelante.

 

Además, necesitamos estar saludables para poder defender nuestro territorio, porque mujeres enfermas no van a poder defenderlo. Nos entendemos que primero estamos nosotras bien sanitas, no solo físicamente, sino también emocional y espiritualmente.

 

El liderazgo de mujeres en comunidades Kichwa

La participación de mujeres se da básicamente por la preocupación de lo que pasa en nuestro territorio y también por iniciativa propia en ser parte de la toma de decisiones con lo que tenga que ver con nuestra comunidad, o a nivel general de los pueblos indígenas. En mi caso, cuando yo ingresé en la Federación (FEPIKECHA), en el 2017, no vi a ninguna mujer.

Estamos tratando de promover y sobre todo rescatar el conocimiento que tiene la mujer en la práctica de todos los días. El tema de medicina, de alimentación, por ejemplo. Las mujeres tienen mayor conocimiento con temas de historias, de leyendas, de mitos. Las mujeres son las que se echan en la cama con los niños a leer, a contarles esas historias que nos contaban nuestras bisabuelas, nuestras abuelitas. En eso, son las mujeres las que tienen un rol importante. Estamos tratando de visibilizar la importancia de que se trabaje mutuamente, porque para tener hijos también necesitamos a un varón y a una mujer. No solo son los varones que hacen todo solos.

Estamos incentivando la equidad en todas las labores, no solo en que formen parte de una directiva, sino también en todo lo que tiene que ver en nuestra comunidad, a nivel organizacional, y en encargos de mayor importancia.