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E-Boletín FPP Octubre 2013 (PDF Version)

Queridos amigos: 

El principio de que el disfrute de los derechos humanos es a la vez el medio y el objetivo del desarrollo resalta la importancia de la supervisión de los derechos humanos como medio para empoderar a sus titulares  para que los ejerzan, al tiempo que exigen a los Estados y otros agentes que rindan cuentas de sus obligaciones relacionadas con los derechos humanos.  

Este número del boletín informativo del FPP muestra cómo la supervisión de los derechos humanos ha contribuido a formular recomendaciones de políticas relacionadas con la expansión de los agronegocios, los programas de inversión forestal, la discriminación por cuestiones de género y los préstamos de instituciones financieras internacionales.

En el sudeste de Asia, motivados por pruebas de graves violaciones de los derechos humanos causadas por inversiones transfronterizas en agronegocios, los representantes de instituciones nacionales de derechos humanos se reunieron con organizaciones de la sociedad civil en Bangkok con el fin de elaborar un plan de acción para la aplicación efectiva de los derechos humanos en el sector de los agronegocios. 

El proyecto Estado Integrado de Alimentación y Energía de Merauke (MIFEE por sus siglas en inglés) que se está desarrollando en la provincia indonesia de Papúa es un ejemplo de los abusos de los derechos humanos que plantean los agronegocios. El proyecto MIFEE se ha señalado a la atención del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas por amenazar la supervivencia cultural de los Malind y otros pueblos afectados, al violar su derecho a la alimentación y por no respetar sus instituciones culturales. 

En Perú los pueblos indígenas han estado vigilando el cumplimiento de los compromisos del Gobierno en relación con los bosques desde 2010 y han conseguido que el Gobierno peruano acceda a modificar el Plan de Inversión Forestal para reconocer y respetar los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras y recursos, y para abordar la explotación forestal ilegal y la deforestación. 

El Programa de Inversión Forestal (FIP) del Banco Mundial proporciona nueva financiación para los bosques de Perú y otros países bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Preocupados por los impactos de las inversiones de instituciones financieras internacionales en los derechos humanos, una serie de pueblos indígenas y ONG pidieron al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en su última reunión, que proporcionase orientación sobre las obligaciones de los bancos multilaterales de desarrollo en relación con los derechos humanos, y propusieron procedimientos de diligencia debida para asegurar que las inversiones no conduzcan a las violaciones de dichos derechos. Asimismo, una serie de ONG ha supervisado el proceso por el que el Gobierno del Reino Unido está desarrollando un nuevo programa de financiación para los bosques y el cambio climático (programa FCC por sus siglas en inglés) que sirva para hacer frente a los impulsores de la deforestación, y ha propuesto medidas que maximizarían los beneficios sociales y medioambientales.

En la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, convocada para septiembre de 2014 como reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se examinará el progreso de la implementación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (DNUDPI), siete años después de su adopción en 2007. Sin duda ha llegado el momento de que el Convenio sobre la Diversidad Biológica adopte el término «pueblos indígenas» como recomendó el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU.

La reciente conferencia mundial sobre los derechos de las comunidades sobre sus tierras y recursos celebrada en Interlaken, Suiza, pidió la duplicación de los derechos seguros de las tierras comunitarias para el año 2018. Mientras tanto en el lago Toba, en el norte de Sumatra, Indonesia, se realizó un taller mundial dedicado a  la supervisión y el mapeo comunitario participativo,  en el que se pidió que los bosques consuetudinarios fueran demarcados para separarlos de los bosques estatales y que se trazaran mapas reflejando esta distinción. 

Por último nos agrada destacar la labor de un socio del FPP, la Organización de los Pueblos Kalin’a y Lokono de Marowijne (KLIM) en Surinam y la del Movimiento de Empoderamiento Pancur Kasih en Kalimantan Occidental, que recientemente ha publicado dos libros sobre la historia del movimiento. 

En general la supervisión de los derechos humanos ha estado cumpliendo su función de ayudar a que todos ejerzan y comprendan estos derechos,  y esa labor merece que continuemos reforzándola y apoyándola.

Joji Cariño, Directora 

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